Criptomonedas: Lambo o puente
¡Vaya desastre! Si ya de por sí entender Bitcoin es una odisea, el resto de monedas y sus tokens son un laberinto sin salida, un nivel de dificultad que solo tiene comparación con una jungla impenetrable.
No basta con entender la blockchain, ahora te enfrentas a un monstruo que amplia sus tentáculos y formas de hacerte morder el polvo cada vez que sale una nueva actualización. Justo cuando crees que ya lo dominas lanzan una nueva fachada competitiva con las demás criptomonedas para no quedarse atrás en la manera más rápida de hacerte perderlo todo. Un clic y tus ahorros desaparecen, como si le quitasen el caramelo a un niño. Contratos inteligentes donde lo único inteligente es evitarlos para no perder el control de tus cuentas sin que puedas hacer nada.
¿Redes, NFTs, Soluciones de segunda capa? es que no hay una nueva característica que no se haya usado para estafar o en la que la gente haya perdido todo su dinero. No importa que tan cuidadoso y actualizado estés, siempre se encontrará una vulnerabilidad y alguien usándola para estafar lo máximo posible.
Por qué hoy por hoy, no hay otro uso popular y conocido a dichas funciones más que en ser explotadas maliciosamente para drenar hasta la última gota de tu dinero mientras confías en que has echo los deberes y todo está bien. ¿Te imaginas que la aplicación de tu banco aceptase milésimas de céntimos de campañas de publicidad y te tuvieses que tragar spam y phishing justo en la cuenta donde tienes todos tus ahorros? Vamos, no me hagas reír.
¿Qué incentivos le quedan al ciudadano para auto-custodiar su dinero en crypto si tarde o temprano un evento contra su seguridad le va a hacer morder el polvo de una de las mil formas posibles?
