13 nov 2024

EL FIN DE UNA ERA: Baneo en la sombra

Despido mi blog con una lagrimita y una mala leche de cuidado

Bueno, chavales, aquí estamos, en el funeral de mi propio blog. Tras darle uso y trastearlo de arriba a abajo en HTML y CSS desde aquel lejano 2016, después de llenarlo con mis mierdecillas, recopilaciones random de internet, y unas cuantas entradas de denuncia contra estafas y sus artimañas de manual, el bueno de Blogger (Google) me ha dicho: “Hasta aquí, crack”. Ya no puedo subir ni una triste foto ni adjuntar un vídeo de YouTube. Y sin eso, a ver quién se anima a leer… ¡como si ya alguien lo hiciera! Porque para qué engañarnos, en las estadísticas de visitas se ve más movimiento en un tanatorio un lunes por la mañana. Así de épico ha sido el éxito.

Me han tocado la moral a base de bien. No tengo ganas de montar un dominio propio ni pagar un hosting para gastar tiempo en un blog que, siendo honestos, solo leía yo. Así que, como dicen los grandes poetas, es hora de "darle carpetazo" y mandarlo al cajón de los recuerdos, entre el trofeo y el Tamagotchi que murió de inanición.

¿Os ha gustado la entrada “TOP ESTAFAS ONLINE 2024”? Pues al parecer, a un moderador no mucho. Parece que Google prefirió el lado oscuro del marketing, porque desde la ultima actualización a esa entrada ya no pude subir más contenido multimedia por si desaparece de internet y deja sin sentido los post. Vamos, como el portero del VIP diciéndome que mejor ni me acerque. Ni fotos ni vídeos; me han dejado como a la abuela con el móvil de los botones: limitado a escribir texto. Y claro, sin esos recursos visuales, publicar en el blog se queda más soso que una paella en la Antártida.


Lo que Google no sabe…

La gracia de haber dejado esto en “modo almacén” durante años fue precisamente eso, ir acumulando las cosas que me resultaban útiles o divertidas. ¡Como un hámster con su reserva de pipas! 

¿Qué por qué no pago un hosting propio y le doy nueva vida al blog? ¡Pero hombre! Con la legión de fans que tiene el blog, tendría que irme a pedir en el metro para costear el hosting. Y además, viendo la acogida de mis posts, ¿para qué quiero pagar cuando la mayoría de las visitas las hacía yo, mi madre y algún bot perdido de Rusia? Mejor lo dejo, me ahorro la perdida de tiempo y a otra cosa, mariposa.


Adiós, blog, y gracias por el servicio prestado

Así que así es la vida, chavales. Esto es un “gracias por participar” en toda regla. Me despido de este rincón virtual, al que Blogger le ha puesto coto y no me ha invitado. No puedo más que agradecer a las 4 personas y media que me leyeron en su momento. ¡Y al bot de spam, que hizo que perdiese toda una tarde para borrar en el código fuente para poder dejar comentarios! Dejaré la plantilla clásica que puse hace unos días y los arreglillos responsive para la posteridad.

Este ha sido mi último post, la carta de despedida de un blog que nunca llegó a arrancar pero que, a su manera, me sirvió para refrescar la memoria de tanto en cuanto.

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